Una encuesta realizada por la Royal Society for Public Health preguntó a los jóvenes de 14 a 24 años en el Reino Unido cómo las plataformas de redes sociales impactaban su salud y bienestar. Los resultados de la encuesta encontraron que Snapchat, Facebook, Twitter e Instagram condujeron a un aumento de los sentimientos de depresión, ansiedad, mala imagen corporal, empeoramiento de la autoestima y la soledad. Otro estudio publicado por el Laboratorio de Investigación de Juventud, Medios y Bienestar del Wellesley Center encontró que el 21% de los adolescentes “se sentían mal” consigo mismos después de mirar las redes sociales.
Emma, una estudiante de 16 años de Glasgow, Escocia, experimentó esto de primera mano cuando fue testigo de cómo amigos y otros jóvenes de su comunidad se deprimían, estaban ansiosos o desarrollaban una baja autoestima como resultado del uso excesivo de las redes sociales.