Proyecto Arbo

Equipo de Projecto Arbo
Luan

Luan Torres es una de las más de 200 millones de personas que llaman hogar a Brasil. Creció en una pequeña comunidad en el norte de Brasil llamada Sao Bento, una de las regiones más pobres del país, donde él y su hermano fueron criados por una madre soltera. La seguridad alimentaria, el acceso a los recursos o una vida digna eran lujos para Luan y su comunidad. Pero eso nunca lo detuvo.

Desde muy joven, Luan tuvo un espíritu emprendedor. Siempre tendría algún tipo de negocio, como alquilar DVD y usar las ganancias para comprar más DVD, o crear algo para su comunidad, como desfiles de samba en su calle, que unirían a todos los niños del vecindario. Pero cuanto más se apresuraba, más se volvía más consciente de las necesidades de su comunidad, y no fue hasta que tomó una clase de filosofía en la escuela secundaria que comenzó a cuestionar el status quo.

Un día, de camino a casa, Luan notó la contaminación en el río por el que pasa todos los días. Comenzó a aprender sobre la relación entre el hambre y la contaminación y comenzó a preguntarse por qué nadie parecía estar haciendo nada con las pilas de basura esparcidas por las orillas del río y flotando en el agua. Sabía que quería hacer algo al respecto. Comenzó buscando organizaciones o proyectos que abordaran el tema en su ciudad pero no pudo encontrar ninguno, por lo que reunió a un grupo de amigos y decidió crear uno ellos mismos.

Luan y sus amigos crearon una ONG llamada CASA (Centro de Apoyo Social y Ambiental). Su primer proyecto fue Mutirão de Limpeza (“equipo de limpieza”), pero rápidamente se dio cuenta de que limpiar la basura es una solución a corto plazo. Sabían que tenían que ser innovadores para crear una solución sostenible, por lo que cambiaron de marcha y pusieron en marcha otro proyecto destinado a difundir la conciencia y la educación ambiental. Decidieron que se centrarían en las escuelas preescolares y primarias ya que, según Luan, los niños pequeños son más receptivos a la nueva información. Una de las lecciones clave de su campaña de sensibilización se relaciona con el impacto de las emisiones de CO2 y la deforestación en el medio ambiente, incluida la producción agrícola deficiente que conduce a la inseguridad alimentaria. Un problema con el que Luan y sus amigos estaban muy familiarizados. Su próximo proyecto se centró en abordar este problema.

El Proyecto Arbo se creó en 2018 para brindar acceso a frutas y verduras orgánicas frescas y gratuitas a todos en la comunidad, especialmente a aquellos con recursos limitados. El proyecto contó con la ayuda de 20 embajadores, cada uno encargado de plantar 60 árboles por año. Tres años después, el proyecto cuenta con más de 100 embajadores y miles de árboles plantados y cientos de familias alimentadas. Recientemente, el equipo de CASA lanzó una aplicación para que los miembros de la comunidad puedan rastrear y encontrar comida gratis cuando la necesiten. Luan admite que abordar el hambre es el objetivo principal del proyecto, pero la reforestación y la purificación del aire son resultados deseados que espera que el proyecto logre a medida que se expande.

Luan no es ajeno a reimaginar lo que es posible. Sus proyectos han crecido y evolucionado y él también. Las barreras tradicionales que detendrían a cualquiera lo impulsaron a un estado de innovación. Su edad, nivel de educación o dónde creció no importaba, lo que importaba y aún le importa es la capacidad de hacer un cambio positivo en la vida de las personas. "Estoy tan acostumbrado a escuchar 'no' o escuchar 'ah, esto no funcionará' pero creo mucho en lo que estoy haciendo, así que voy a seguir haciéndolo".